Artículo publicado en el medio Al Sol de la Costa, de Marbella
Con el Coronavirus ha llegado el auge, obligado pero real, del teletrabajo. Empresas principalmente y profesionales han tenido que cambiar de un modo radical la forma de trabajar. La utilización de los nuevos aparatos electrónicos junto con las soluciones de videoconferencias han generado un auténtico boom, más aún en la etapa de confinamiento en casa. Ahora con las distintas fases de desescalada surgen las dudas sobre si se mantendrán o las empresas irán volviendo a la antigua normalidad.
El profesor de Derecho y Seguridad Social de la Universidad de Valencia, Adrián Todoli, habló sobre este fenómeno que ha invadido nuestra forma de vivir: “Ha sido algo inesperado porque nadie estaba preparado y, además, había un problema añadido con la falta de espacio y los medios necesarios para llevarlos a cabo”. Toda una revolución obligada a una adaptación forzosa con la que convivir en la casa con la familia. A lo que había que añadir las clases de los niños, el tiempo de ocio y los escasos paseos.
Hasta antes de la pandemia sanitaria apenas el 8´3% de la población activa en España trabajaba de modo ocasional en su vivienda. El dato era ofrecido por el Servicio de estadísticas del Banco de España. Las cifras hasta este momento en las fases 1 y 2 de desescalada se ignoran. En pocos meses se conocerán de un modo fiel, pero nadie duda que se ha multiplicado por mucho. Funcionalidades técnicas como Zoom, Microsoft Teams o Slack se han ido adueñando de nuestras vidas para conectar con los demás no solo desde el punto de vista profesional como de relación con los amigos y los familiares.
Las dudas sobre la continuidad del teletrabajo están sobre la mesa. ¿Seguirá como alternativa o se quedará de modo definitivo?. Algunos analistas y consultores aseguran “que con el fin de la pandemia del Coronavirus no se volver a la situación anterior de trabajo, pero tampoco se va a continuar trabajando al 100% de forma online”. Incluso ya se están haciendo estadísticas y encuestas entre la población laboral y los primeros datos no son excesivamente sobre buena opinión ante el teletrabajo.
Lo que sí es evidente es la necesidad de mejorar las herramientas de trabajo colaborativo y de videoconferencias. Los expertos en esta materia apuntan la necesidad de una mayor inversión en tecnología y así garantizar la continuidad del negocio y equilibrar las cifras del mismo, tras el bajón que representa esta crisis general.
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A nivel de audio, WebRTC ofrece no sólo los códigos, sino también otros componentes necesarios para generar una gran experiencia de usuario.
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